martes, 19 de marzo de 2013

Reseña al libro "Redes de Indignación y Esperanza"


Un martes 18 de diciembre a las 12 de la mañana por la Plaza del Callao de Madrid; el bullicio de los caminantes inunda el ambiente. Entre el frío y los pasos de la gente encontramos nuestro destino,  la “Librería Central”.
    ¿Cómo podemos imaginarnos a un pensador de la comunicación? Pues, por ejemplo,  sentado entre libros. Y es así como encontramos a Manuel Castells, dispuesto a dialogar entre preguntas y respuestas sobre el papel de las Redes Sociales en la actualidad, rodeado de amigos, seguidores y algún que otro curioso. Se prepara, pues, una larga y amena charla donde nos muestra sus puntos de vista sobre diversos temas.
Nos aclara que el libro que nos presenta es el primero “no académico” creado en treinta años, un “libro de urgencia”, donde analiza con base en su trilogía “La era de la Información” los movimientos sociales actuales. Castells  comienza asegurando ”Lo más importante en todo cambio social es el paso de la iniciativa individual al espacio público”. Explica que las sociedades no están hechas de clases sociales y aparatos, esto lo ilustra con el ejemplo “Yo no me encuentro a una clase social en la calle, me encuentro a una persona” y continúa “esto, más allá de las categorías analíticas que utilicen los sociólogos para sus estudios. La construcción de la práctica social, parte de personas y los agregados no parten de los analistas si no de lo que esas personas hacen para agregarse sin perder nunca el carácter de individuos, porque los individuos construyen la sociedad, no la sociedad a los individuos”.
Y, ante la pregunta de Manuel Campo Vidal, sobre la función del espacio urbano  en los nuevos movimientos sociales, el escritor nos explica el concepto de “Espacio público” que transcribimos a continuación:
Espacio Público.
La construcción del  espacio público es el lugar de encuentro de distintas voluntades y proyectos, frecuentemente contradictorios y en conflicto, del conjunto de las personas que viven en la sociedad. El espacio público es donde se forma el poder, es donde se forma el cambio social, es donde se forma la dinámica social a nivel colectivo.
Castells plantea que en todas las sociedades ha habido tres espacios públicos: dos fundamentales y uno, hasta ahora, menos relevante:
Espacio urbano: Las plazas, las ágoras, los lugares donde hay interacción social, donde las personas se encuentran en una interacción física es el espacio urbano; Y dentro del espacio urbano, aquellos lugares donde se construye el espacio público. Y como el espacio público normalmente es un espacio de construcción de poder, los poderes de cada sociedad se lo apropian. Entonces son espacios controlados. Por eso los movimientos sociales a lo largo de la historia se han construido en la plaza pública, en las calles, apropiándose de aquello que antes los poderes controladores de la sociedad habían quitadoy por tanto del espacio en término de las instituciones. Por tanto el espacio urbano es como espacio público: refleja el poder, pero se abre a un contrapoder, cuando este poder no cumple.
Espacio Institucional: Es el espacio público por excelencia, sobre todo en las sociedades  modernas; Para Habermas (Jürgen Habermas) el espacio público es el espacio donde se delibera y dónde se   construyen las instituciones. Y toda la teoría, también ideología es: que lo que era un espacio, más o menos, no controlado  y medio  “salvaje” de espacio público como plazas, la espontaneidad en la gente… todo eso se  canaliza a través de las instituciones para tener un diàlogo civilizado,  una deliberación organizada a través de instituciones . Entonces, el espacio institucional como espacio público, controlado también, pero agregando las voluntades individuales a través de un proceso deliberativo que llega a construir estas instituciones,  más o menos democráticas,  que están más o menos abiertas. Espacio institucional en el que junto a la expresión del poder, también está la expresión de los contrapoderes, la expresión de poderes alternativos, que en una sociedad civilizada, como dice Habermas, pasa a través del proceso institucional que está abierto a distintas cuestiones.
Espacio de la Comunicación: Al crear un espacio de autonomía comunicativa como internet o telefonía móvil se construye un tercer espacio público, que es el espacio de la comunicación que llega directamente a las mentes de las personas y hoy día, a la vez, con el control de los grandes medios de comunicación, pero con la autonomía comunicativa que también influencia a los grandes medios que ya no tienen ese monopolio internacional.
Estos tres espacios públicos son los que se articulan y no se puede entender, hoy día, el cambio social o el ejercicio del poder sin la articulación entre el espacio urbano, el espacio Institucional y el espacio comunicacional.
El autor explica que todos los movimientos, a través de la historia han sido movimientos emocionales;  Es lo que a cada uno le importa y le interesa y en ultimo término tiene que hacer algo porque su situación es insoportable, siempre recordando que los movimientos se inician desde el individuo. Según la neurociencia, las emociones son las que determinan los sentimientos, los sentimientos los que configuran el comportamiento en término de decisiones racionales y estratégicas.
La emoción más fuerte, es el miedo. El miedo se supera con la indignación, porque entonces tomas riesgo, porque el no tomar riesgos y quedarse tal cual  es más insoportable que el propio riesgo. Una vez superado el miedo se produce otro fenómeno: la solidaridad. “El estar juntos” o “juntas” y superado todo esto llega la esperanza de que algo cambiará.
  Por otro lado, los poderes políticos tienen un mecanismo para ignorar lo que ellos deciden que no es racional. Ellos piensan que lo que hacen es racional “Ustedes se quejan, pero eso no es democrático lo único democrático son las elecciones. Eso está atado y controlado en leyes electorales, etc. Por tanto todo el que proteste, a las elecciones y si no, a la policía… es sencillo, no hay salida. Si no aceptan esta regla “subversión”, peligro, no respeta la democracia. La cuestión es cómo los procesos de cambio Social llegan a las instituciones, saltándose los obstáculos institucionales para reconstruir esas mismas instituciones, en el momento  en que  no se respeta la voluntad mayoritaria.

También, cómo no, preguntamos por  de la educación y ese 35% que no termina la educación obligatoria y aquellos que están lejos  de internet. Aclaró que él no decía a nadie lo que debía hacer, pero si podía dar su opinión personal al movimiento, ya que le preguntábamos y nos respondió que para incluir a esas personas lo mejor es empoderarlas.
Sobre ese 35% dijo “que los motivos  por los  que no terminan la escuela son dos, muy claros. El primero que el ejemplo que reciben sobre los que sí han estudiado es que tampoco encuentran trabajo, para qué romperte la cabeza, si vas a terminar igual que el otro. Segundo: Se aburren, absolutamente, se aburren y no es culpa de los profesores, pero se aburren porque la escuela está en una cultura medieval y ellos están en la cultura digital…”
Y así volvimos al bullicioso centro de Madrid, pasando por la plaza Sol recordando esas palabras sobre el espacio urbano, el espacio comunicacional… ¿Daremos el siguiente paso? ¿Es internet, la comunicación una nueva revolución?

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